Todos nuestros familiares tienen un nombre. Hasta las mascotas tienen el suyo. ¿No sería razonable que Dios tuviera nombre? En la Biblia se utilizan varios títulos para referirse a Dios, entre ellos Todopoderoso, Señor Soberano yCreador. Pero él también tiene un nombre propio. (Lea Isaías 42:8.)
En muchas traducciones de la Biblia, el nombre propio de Dios aparece en Salmo 83:18. Por ejemplo, la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras vierte este versículo como sigue: “Tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres el Altísimo sobre toda la tierra”.
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